Las 10 reglas de los comentarios

August 2, 2014

A lo largo de cuatro años he experimentado con los comentarios de mil formas diferentes. En un principio los comentarios estaban abiertos, sin moderación, e incluso había un foro. Pero rápidamente me di cuenta de que este sistema es el preferido por la masa por una simple razón: la mayoría vienen a los blogs a comentar porque están aburridos y quieren llenar su cuota de protagonismo del día. Así que si dejo los comentarios abiertos se convierte todo en un desorden de disparates e insultos que no aportan nada positivo a los debates.

Después probé quitar los comentarios y dejar las discusiones para Facebook. Supuse que gran parte del problema era el anonimato y como en Facebook la gente escribe con nombre y apellido, las conversaciones se moderarían solas. Funcionó bastante bien pero cada vez que alguien decía algo realmente valioso en Facebook me daba mucha lástima pensar que nadie más podría leerlo y que una vez que desapareciera el post del timeline su comentario se perdería para siempre. Con los comentarios en los artículos eso no sucede porque acompañan al texto para siempre, con lo que cualquier persona que pinche sobre un enlace al blog podrá leer las perspectivas de los demás.

Así que ahora estoy probando la tercera vía que es permitir los comentarios en el blog pero con moderación. Es decir, que debo invertir parte de mi tiempo en leer vuestros comentarios cada día antes de decidir si deben ir o no junto al texto. Este trabajo toma mucho tiempo y esfuerzo porque de los cientos de comentarios que recibo solo apruebo como mucho un tercio, y tengo que leerlos todos al completo antes de decidir si merecen la pena o no. Como me toma tanto tiempo a veces paso un par de días sin aprobar o eliminar comentarios.

Algunos opinan que tener los comentarios moderados de esta manera es hacer un filtro ideológico de acuerdo con mi propia perspectiva, y puede que sea así, puede ser que por más que intente evitarlo y que los criterios para filtrar los comentarios sean neutrales, seguramente algún tipo de parcialidad me queda porque soy humana. Sin embargo este no es un periódico ni un paper científico, jamás he intentado alejarme de mis propios puntos de vista y posar como una persona “objetiva” al menos en cuanto a la presentación porque creo que esa objetividad no existe, y porque me parece mucho más interesante cuando la gente adopta posturas y las explica que cuando intentan ser neutrales. Así que mi blog es un blog parcial que solamente responde a lo que hay en mi cabeza.

Ahora que he dicho todo esto quería aprovechar para poner por escrito el criterio que utilizo a la hora de filtrar los comentarios que aparecen en el blog. Se pueden leer como una lista de tips: si quieres que las posibilidades de que apruebe un comentario que tu escribas aumenten lo mejor que puedes hacer es tener en cuenta los siguientes puntos a la hora de escribirlo. Cabe la posibilidad de que aunque sigas todos los puntos tu comentario no sea aprobado porque a fin de cuentas aceptaré y rechazaré comentarios de acuerdo con lo que considere adecuado y oportuno. Los comentarios en mi blog son un privilegio, no son un derecho.

Cosas que merece la pena tener en cuenta a la hora de comentar:

1) Cuida la ortografía. No apruebo comentarios con una ortografía que dificulta la lectura (ke kieres ke te diga)

2) No uses enlaces a menos de que sea necesario. A veces elimino comentarios con enlaces a fuentes externas si considero que se está haciendo spam. Si vas a enlazar algo que sea pertinente al tema del que se está hablando y pon algo de contexto.

3) No hagas corta-pega. No me gusta cuando la gente corta contenido de mi blog y los pega en comentarios de otros blogs, especialmente si no ponen por ningún lado de dónde lo sacaron, en consecuencia tengo mucho cuidado de no permitir que se haga lo mismo en los comentarios de mi blog con textos que han escrito otras personas. Si vas a poner un comentario al menos tómate la molestia de escribirlo tú.

4) No te dirijas a mí a título personal. La mayoría de los comentarios que caen en esto no lo hacen por mal y sencillamente quieren comentarme a mí lo que pensaron al leer el post que yo escribí. Pero los comentarios de este blog son públicos, piensa que te estás dirigiendo a cientos de personas. Como todo el mundo lee lo que tienes que decir, es de buenas costumbres dirigirte hacia todo el mundo, no hacia mí. Después hay otras personas que utilizan sus comentarios para dirigir ataques personales como si me conocieran de algo: “Yael: eres cínica blablabla A saber quién te paga para que escribas esto blablabla” No importa qué tan valiosos sean los demás argumentos, si sazonas el comentario con ataques personales no lo validaré.

5) No difames. No hables negativamente de gente que no puede entrar aquí a defenderse. Criticar de malas formas a una figura pública lo dejo pasar, criticar así a una persona normal aunque haga videos de youtube, etc, no.

6) No escribas cosas irrelevantes. Si tu comentario es una tontería, si está escrito en otro idioma, o si es algo que se ha repetido muchas veces en los comentarios no lo validaré porque entorpece la lectura de los comentarios que sí son de valor, nadie quiere leer la misma idea cien veces.

7) Aporta algo valioso. Si encuentras un área del artículo que es difusa, o tienes información que puede complementar lo que aparece en el post, compártela en los comentarios, eso enriquece la conversación y ayuda a dar una idea más completa del tema.

8) Escribe desde tu perspectiva. Cuenta una historia de tu vida, explica cómo llegaste a cierta conclusión, los comentarios personales son valiosos porque demuestran que hay una persona detrás del teclado. Todos sabemos usar google y la wikipedia está llena de datos, pero lo que todos queremos escuchar es lo que tienes que decir tú como persona singular.

9) Involúcrate en el debate. Responde a las dudas o a los comentarios de los demás. Si estás de acuerdo o en desacuerdo con lo que alguna otra persona expuso, ponlo como respuesta. Naturalmente la cortesía y las buenas maneras son básicas.

10) No te quejes. Si no apruebo tu comentario porque no lo considero a la altura de la conversación, no te quejes, no me escribas doscientos emails preguntándome por qué no lo validé o llamándome facha porque “te he censurado”. Todos somos adultos y este es mi blog personal, apruebo los comentarios que yo quiera y los que no los elimino.

Espero que esto ayude a algunos a entender por qué apruebo tan pocos comentarios en las entradas, por qué he eliminado 14 de los 15 comentarios que dejaste la semana pasada, o por qué he censurado tu opinión acerca del conflicto árabe-israelí.